Seres rotos y perdidos,
Con odio reprimido en el alma,
Despertando cada mañana,
Con una puta sonrisa,
Pues las lágrimas amargan.
La conciencia tranquila si,
Pero los recuerdos me bloquean,
Pasando página a duras penas,
Cuando otros sin saberlo,
Terminaron hace tiempo.
Estoy jodido, demasiado quizás,
Pero eso ya no importa,
Lo muerto no revive,
Lo muerto me agota.
Olvidar rápido es,
Sin duda una cualidad,
De la que Dios,
No me ha dotado,
A veces una ostia,
Me ayudaría a no pensar.
Pero sólo esos ojos brunos,
Ese ardiente bermejo,
Conseguirán reanimar,
Mi corazón añejo.
Me gusto tu poesia, refleja mucha soledad, tal vez fue por eso que me gusto.
ResponderEliminarMuchas gracias Leticia era justo eso lo que pretendía expresar.
EliminarSaludos
Muy sentida cada frase
ResponderEliminarEs muy triste no poder olvidar a alguien cuya presencia lo es todo en nuestra vida, el único ser humano que nos puede revivir. Así es a veces en los asuntos del amor, y te levantas sin ganas de vivir, a seguir con la rutina que amarga. ¡Cuánto te comprendo Alejandro Santiago.! ¡Cuántas veces yo misma me he levantado sin ganas de seguir adelante! Pero el único que me ayuda es Dios, el único que conoce mis luchas y pruebas, mi sentir interior. Dios también te ama a ti amigo, aunque a veces se te haga difícil creerlo. Gracias por compartir tus sentires y tus letras. Un saludo fraterno. Ingrid Zetterberg
ResponderEliminarGracias a ti Ingrid por leer el contenido del blog y compartir tu opinión.
EliminarUn saludo.
me encantó tu blog, es muy sincero y creativo, al igual que tu poesía, un abrazo :)
ResponderEliminarMuchas gracias Lilian.
EliminarUn saludo.